Hoy es un día de esos, de esos en los que de verdad es invierno, arropado
con todo tu alrededor, y contigo mismo al respirar el aire frío. No es tan frío
en verdad, pues lo inspiras y llega tan dentro como ese libro o canción premeditadamente
inesperada que toca hoy.
Hoy todo llega a cada punto nervioso de tu cuerpo y sientes paz. Lo espiras
después, expandiéndose como una gota en el mar, llegando hasta el punto menos
esperado, hasta la persona menos esperada. Hoy es un día en el que todo es uno,
y sientes que estás en él.
Hoy es un día de esos, en el que “el mundo era tan suave como el encaje”.